martes, 19 de junio de 2012

CARTA A MIS ALUMNOS


Carta a mis alumnos de Arrúbal curso 2011-2012

Dear pupils:

Cada curso que comienza, se empieza con unas ilusiones y expectativas. Aunque este año ya os conocía a la mayoría de vosotros, no estaba segura cómo iba a resultar el año. La idea de que hubiera cuatro chicos y cuatro chicas, me gustaba. Y a pesar de que íbamos a echar de menos a los antiguos compañeros (Alberto, Erik y Gyory) venían dos nuevos alumnos que llegaron con mucha ilusión a la “clase de los mayores”.

En esta redacción que os he pedido que hicierais quería que mencionarais las cosas positivas y negativas del curso. Yo voy a comenzar por algún recuerdo de esos que menos me gustan, para luego continuar con los positivos que son los que prefiero.

Algo que no me gustaba y que me desanimaba, era cuando hacíamos la expresión oral los lunes por la mañana, y escuchaba cómo os encontrabais: sin ganas, con pereza, con vagancia… menos mal, que esa sensación iba cambiando a lo largo de la semana. Para un maestro es difícil ver que tus alumnos vienen sin ganas a clase, aspecto que me hace reflexionar sobre mi labor. Y otra cosita que no me gustaba es cuando no os respetabais entre vosotros, que hablabais varios a la vez. Me recordaréis en vuestra memoria repitiéndolo mil veces: “Respetar el turno de palabra, no habléis a la vez…”, porque no puedo escucharos a todos a la vez. ¡Ojalá tuviera esa capacidad de escucha!

Paso a los aspectos positivos y divertidos. Ha habido muchos momentos buenos durante el curso. Uno que recuerdo es la ilusión que pusisteis para preparar el baile de navidad, cómo elaborasteis el baile entre todos. ¡Me encantó!
Otro momento especial es el de los masajes faciales, una ventanita de relajación para desconectar del ritmo de la clase, con la música de fondo que tanta risa os daba a veces.
Esas horas dedicadas a hablar sobre los conflictos surgidos e intentar solucionarlos a través del diálogo, exponiendo cada uno su punto de vista, escuchando y llegar a un acuerdo.
La “fiebre” del béisbol que os entró en los recreos y jugabais todos juntos, con sus correspondientes peleas, parte del juego…
Sin olvidar la convivencia intensa de nuestro itinerario por San Millán de La Cogolla, la ruta por la montaña, la última subida que ibais con la lengua fuera y por la noche en Badarán nos cantasteis la canción del “cole”  a los profes y jugasteis en la plaza sin parar.

Y así podría seguir innumerables situaciones compartidas.

Espero que los que nos dejan este año para seguir su educación en Secundaria, mantengan el contacto con los que nos quedamos a través del e-mail o visitas cuando sea posible, y por supuesto, os deseo lo mejor de corazón. 


En el cole, ¡os echaremos de menos!.


               Kisses, 


                               Teresa






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